Conocer a Dios y ser testigo de la obra maravillosa que realiza en cada uno de nosotros es inexplicable. Desde que hice mi periodo motivador, hace ya trece años, puedo experimentar esta gran alegría y asumir el desafío de servir a Dios desde cualquier lugar. Ser coordinador del Movimiento en mi diócesis me permitió servir desde un lugar muy particular pero ni mas ni menos comprometido que cualquier otro servicio.
Caminar en este cuarto día es maravilloso cuando tenemos hermanos que nos sostienen y acompañan en la misión cada vez mas dura de anunciar a Cristo, Camino Verdad y Vida. No creo que podamos señalar que hay mejores ni peores, ni elegidos ni no elegidos. Soy un convencido que Dios es capaz de guiarnos para realizar nuestro servicio de la mejor manera cuando recorremos el camino de Cristo Camino.
Una vez un dirigente me enseñó que Palestra era un movimiento revolucionario, idea que comparto y trabajo para lograr revolucionar mis ambientes. Hoy a poco de finalizar mi rol como coordinador de Palestra en Jujuy puedo compartir que es posible revolucionar nuestros ambientes con pequeñas cosas. Acciones, actitudes que día a día construyen un lugar mejor. Nuestro Movimiento no necesita revolucionarios de salón por el contrario debemos trabajar para contagiar el espíritu de transformación a nuestras Comunidades.
Soy testigo y aprendo de los palestristas que realizan el buen combate en su peregrinar. Me fortalezco cuando una comunidad camina y me preocupa cuando las cosas no salen como uno espera. Con mucha alegría vivo este servicio a pesar de la vorágine de la vida que nos marca a todos y muchas veces nos hace flaquear. Ser Palestrista me ayudó a encontrar el camino, a construir mi proyecto de vida y trabajar cada día para concretarlo.
En casi dos años como Coordinador pasé por maravillosos momentos y también por situaciones difíciles, aunque estuve tentado de bajar los brazos estuvieron mis hermanos para sostenerme y ayudarme a abrazar con mas fuerza la Cruz y volver a decir “si Señor, yo te sigo”.
Ricardo Farfán - Coordinador Secretariado de Jujuy - ricardoguillermo_farfan@hotmail.com
Caminar en este cuarto día es maravilloso cuando tenemos hermanos que nos sostienen y acompañan en la misión cada vez mas dura de anunciar a Cristo, Camino Verdad y Vida. No creo que podamos señalar que hay mejores ni peores, ni elegidos ni no elegidos. Soy un convencido que Dios es capaz de guiarnos para realizar nuestro servicio de la mejor manera cuando recorremos el camino de Cristo Camino.
Una vez un dirigente me enseñó que Palestra era un movimiento revolucionario, idea que comparto y trabajo para lograr revolucionar mis ambientes. Hoy a poco de finalizar mi rol como coordinador de Palestra en Jujuy puedo compartir que es posible revolucionar nuestros ambientes con pequeñas cosas. Acciones, actitudes que día a día construyen un lugar mejor. Nuestro Movimiento no necesita revolucionarios de salón por el contrario debemos trabajar para contagiar el espíritu de transformación a nuestras Comunidades.
Soy testigo y aprendo de los palestristas que realizan el buen combate en su peregrinar. Me fortalezco cuando una comunidad camina y me preocupa cuando las cosas no salen como uno espera. Con mucha alegría vivo este servicio a pesar de la vorágine de la vida que nos marca a todos y muchas veces nos hace flaquear. Ser Palestrista me ayudó a encontrar el camino, a construir mi proyecto de vida y trabajar cada día para concretarlo.
En casi dos años como Coordinador pasé por maravillosos momentos y también por situaciones difíciles, aunque estuve tentado de bajar los brazos estuvieron mis hermanos para sostenerme y ayudarme a abrazar con mas fuerza la Cruz y volver a decir “si Señor, yo te sigo”.
Ricardo Farfán - Coordinador Secretariado de Jujuy - ricardoguillermo_farfan@hotmail.com