12 may 2012

SIGNOS Y SÍMBOLOS PARA SEGUIR EN LA PALESTRA DE LA VIDA. 13 DE MAYO 1961

Nuestra Comunidad siempre tuvo presente los signos y los símbolos, traducido en distintos momentos de nuestra vida comunitaria de muchas maneras.
La explicación común, es que un signo es una realidad sensible, visible, audible. Que nos pone en relación con otra realidad que no es del orden de lo sensible, sino que no está a nuestro alcance inmediato. El signo es la unión de “significante” y un “significado”.
Por ejemplo, las palabras son signos. En la “palabra”, el significante es el fonema que se pronuncia. El significado es el concepto al que nos remite el fonema que oímos. Cuando el significante (fonema) se une con el significado (concepto), entonces tenemos el signo.
Diseño: Brian Barkley
El mirar hacia atrás es un signo, que traducimos por historia, pero podríamos decir, raíces, cimientos, presencia, cambio, camino.
La historia de nuestra comunidad Palestra es pequeña pero cargada de signos, de vida, y no es solo el ejercicio de mirar hacia atrás; que podríamos tomar, erróneamente como sinónimo de quedar instalado en ella, de recordar las cebollas de Egipto o el “todo tiempo pasado fue mejor...”, es simplemente el ejercicio en la palestra de la vida que nos hace redescubrir lo esencial, la fuerza motora que nos impulsó y que por supuesto nos seguirá impulsando, siempre y cuando nosotros lo queramos.
Pero eso exige; autenticidad con las raíces, los cimientos, con la presencia de Jesús, con los cambios, con la elección de nuestro camino. En una palabra, ser fiel a aquello por lo cual fuimos constituidos. Un ejercicio espiritual y un ejercicio en lo metodológico, en la acción, en la vida comunitaria.
Instalarse en otros tiempos que supuestamente fueron buenos, no es propio de los que caminan, porque significa volver hacia atrás, cosa que en la vida es imposible, pero en las actitudes es detenerse al costado del camino y engañarse que se camina.
Hablar, decir, escribir, contar, transmitir la historia es reconocer quienes somos, es buscar afanosamente nuestra identidad, nuestro modo de ser, es ocupar el lugar que nos corresponde, es multiplicar lo que nos fue regalado.
Eso es un ejercicio de la Palestra, eso es la dinámica fantástica que tiene todo movimiento. Y aquí dos signos siempre presentes;
Palestra, tomado como lugar para practicar, entrenar, conocernos, sacar las potencias y los talentos.
Movimiento; tomado como acción, como continuación del Ver, Juzgar.
Al revisar nuestra historia, vemos muchos signos, pero también mucha experiencia, que podríamos traducir como símbolos.
Para esta pequeña reflexión, signos y símbolos son importantes, pero el símbolo es mucho más, la experiencia es más importante que el concepto aunque los dos estén unidos.
Por eso la experiencia de nuestros años hacia atrás es importante revalorizarla, tenerla en cuenta, porque es la experiencia de personas concretas, no solo ideas, conceptos, sino personas, que pusieron lo mejor de ellos, personas que no hemos tenido la oportunidad de conocer en su mayoría pero cuyo legado es la LUCHA, todo un símbolo, porque significa experiencia, vida.
El lugar elegido por Dios para nosotros; Palestra, el lugar de entrenamiento, de la vivencia cotidiana del Ser y Hacer.
Mirar nuestros cimientos nos demostrará la forma de seguir construyendo, de seguir afianzando toda una experiencia de vida en los distintos ambientes.
La palabra, símbolo-experiencia, es lo más hermoso que podemos compartir en este día, 13 de Mayo de 2012, cincuenta y un años después del llamado y de la respuesta, del signo y del símbolo.
Signo; la llamada de Dios y la idea de hacer un mundo mejor.
Símbolo; la respuesta y la experiencia de ir haciéndolo